A día de hoy, la flota turca de aviones F-16 Fighting Falcon cuenta con más de 200 unidades. Su plantilla de pilotos capacitados se redujo sustancialmente por los despidos masivos que tuvieron lugar después del fallido intento de golpe de Estado el 15 de julio de 2016.
Erdogan Karakus, general retirado de la Fuerza Aérea turca, estima que la negativa de EEUU a capacitar pilotos turcos está fuertemente relacionada con el empeoramiento de las relaciones de la Casa Blanca con el presidente turco, justo después de que este lograse frenar el intento de golpe de Estado del año pasado.
"Un gran problema es que EEUU se niega a extraditar al líder de la organización gulenista, Fethullah Gulen, que está acusado por el intento de golpe de Estado del 15 de julio".
Como última razón del desacuerdo, Karakus mencionó la próxima adquisición por Turquía de los sistemas de defensa antiaérea rusos S-400 Triumf. Y es que Moscú pudo hacer a Ankara una mejor oferta que la de los análogos MIM-104 Patriot estadounidenses.
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No obstante, el general expresó la seguridad de que su país podrá capacitar a sus nuevos pilotos, en cantidades suficientes como para abastecer las necesidades de sus Fuerzas Aéreas. "Nosotros aún tenemos pilotos e instructores altamente capacitados. Tengo fe en que nosotros podremos resolver nuestros propios problemas", concluyó.