"Entre abril y junio registramos el segundo trimestre consecutivo de crecimiento, después de dos años de contracción, inflación récord y desempleo creciente (…) esta recuperación de la actividad se fortalecerá en los próximos meses; entraremos en 2018 con un ritmo fuerte y constante", aseguró el ministro de Economía y Hacienda, Henrique Meirelles, en un comunicado.
El presidente Michel Temer, que se encuentra en China en visita de Estado, también celebró los datos positivos y subrayó el interés que las autoridades y los empresarios chinos están mostrando en la recuperación económica de Brasil, según un comunicado del Gobierno.
"Las reuniones que tuvimos con el primer ministro y con el presidente de China demostraron la dimensión extraordinaria que China da a nuestro país", relató Temer, que añadió: "Los diversos comentarios realizados en estos encuentros fueron sobre la reacción (económica) que Brasil está teniendo".
Las autoridades brasileñas confían en que 2017 sea el año de la recuperación, después de que en el bienio 2015-2016 el PIB retrocediera un 7,2%.
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No obstante, la salida de la crisis está siendo más lenta de lo esperado: si a principios de año se proyectaba un crecimiento de alrededor del uno% para todo el año las previsiones más recientes del Gobierno apuntan a que la economía no crecerá por encima del 0,5%.