Los ladrones entraron en la bodega, ubicada cerca de los Jardines de Luxemburgo, luego de pasar por las catacumbas de la capital francesa y hacer un agujero en un muro.
Las catacumbas de París son unas antiguas canteras convertidas a finales del siglo XVIII en un osario municipal, adonde se trasladaron los restos mortales desde los cementerios urbanos para evitar la propagación de infecciones.
Hoy en día las catacumbas, situadas a 20 metros bajo tierra y con una superficie total de 11.000 metros cuadrados, son una importante atracción turística de la capital francesa.