"El núcleo sobre el que estábamos trabajando era una célula de doce personas: cuatro están detenidos, dos murieron en la explosión de Alcanar, cinco fueron abatidos en Cambrils y la última fue abatida esta tarde", explicó en rueda de prensa Josep Lluís Trapero, jefe de los Mossos d'Esquadra.
De esta manera, Trapero dio por "cerrada" la "desarticulación del grupo de personas que lideró estas acciones", aunque no descartó que en las próximas fechas se puedan ampliar las actuaciones policiales si la investigación da lugar a la identificación de nuevas personas relacionadas con la actividad de la célula.
Los hechos
Una vez allí, la furgoneta recorrió la vía peatonal de La Rambla a gran velocidad mientras zigzagueaba para arrollar al máximo número de peatones posible, dejando 13 muertos y 126 personas heridas.
Tras recorrer unos 500 metros, el conductor —identificado cinco días después como Younes Abouyaaqoub— se bajó del vehículo a la altura del conocido Mercado de la Boquería y abandonó el lugar a pie, pasando desapercibido entre el caos que él mismo había creado.
De acuerdo con la información ofrecida por las autoridades, una hora y media después, tras cruzar la ciudad a pie, Abouyaaqoub asaltó a cuchillo a un conductor que estacionaba su vehículo, un Ford Focus de color blanco.
En su intento de abandonar la capital catalana, Abouyaaqoub se topó con un control policial desplegado como parte de la operación de cierre de la ciudad.
El atacante lanzó su vehículo contra los agentes, que le dispararon sin llegar a herirle, lo que permitió al terrorista permanecer huido hasta el 21 de agosto.
Una vez lejos de la zona donde se encontró con los agentes, Abouyaaqoub abandonó el coche, donde todavía se encontraba el cadáver de su dueño original.
Un Audi A3 se lanzó sobre los peatones que en ese momento se encontraban en el paseo marítimo de la localidad, repitiendo, al menos en un primer momento, el método de ataque utilizado en Barcelona.
Tras atropellar a varios transeúntes, cinco personas se bajaron del vehículo y atacaron con cuchillos, machetes y hachas a la gente que allí se encontraba.
En total, este ataque causó la muerte de una persona y la hospitalización de otras seis.
Los Mossos d'Esquadra, rápidamente desplegados sobre el terreno, abatieron a los cinco atacantes, ataviados con cinturones bomba, aunque después se conocería que estos eran falsos.
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Los dos ataques fueron reivindicados posteriormente por Daesh (acrónimo árabe de Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países)
La célula
"Lo que contemplamos es que esto se trata de un atentado terrorista con la intención de matar al mayor número de personas, un acto que estamos conectando con un otro incidente que se produjo en las últimas horas en Cataluña, con la explosión de una casa en la localidad de Alcanar", explicó Trapero esa misma noche.
Con el paso de las horas, los Mossos empezaron a cerrar el cerco de la investigación alrededor de 12 personas identificadas como miembros de la célula, la mayoría de ellas jóvenes de origen marroquí y criados en la localidad gerundense de Ripoll.
De esas 12 personas dos murieron en la Alcanar, cinco fueron abatidos por los Mososs en Cambrils, cuatro fueron detenidas antes del 19 de agosto y la última, el conductor de la furgoneta, también murió por disparos de los agentes.
Las cinco personas abatidas en Cambrils —todas ellas de nacionalidad marroquí— fueron identificadas como Moussa Oukabir (17 años), los hermanos Mohamed Hichamy y Omar Hichamy (24 y 21 años), Said Alla (19 años) y Houssaine Abouyaaquob (19 años), hermano de Younes.
Los otros dos detenidos son Salh El Karib, que regenta un locutorio en Ripoll, y Mohamed Ouli Chemlal, detenido tras resultar herido en la explosión de Alcanar.
Todas las detenciones excepto la del herido de Alcanar se produjeron en Ripoll.
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La investigación policial apunta a que el cerebro de la trama y principal elemento radicalizador de los jóvenes fue Abdelbaki Es Satty, imam de Ripoll, que murió en la explosión de Alcanar junto a Youssef Aalla, hermano de uno de los detenidos.
La base de Alcanar
"La tesis que estamos manejando en estos momentos es que estos atentados se estaban preparando desde hace algún tiempo alrededor del domicilio de Alcanar", dijo Trapero.
Posteriormente esta tesis se confirmó: los terroristas guardaban más un centenar de bombonas de butano en el domicilio, donde también se encontraron trazas de ingredientes utilizados para elaborar tiperóxido de triacetona (TATP), un explosivo utilizado habitualmente por los terroristas de Daesh.
Preguntado por la prensa sobre por qué la explosión del 16 de agosto no llevó a elevar el nivel de alerta de cara a posibles atentados, Trapero explicó que los agentes no tuvieron posibilidad de saber en ese momento qué se estaba tramando allí.
De acuerdo con su relato, los agentes no detectaron la gran cantidad de bombonas de butano del domicilio desde el primer momento porque las obligadas precauciones de una investigación entre escombros con posible material explosivo hizo que el avance de las pesquisas fuese lento.
De hecho, el oficial afirmó que las distintas operaciones en el domicilio no se cerrarán en varios días o incluso semanas, por lo que no descartó que hasta se puedan encontrar restos de más personas en la casa.
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El lento avance de la investigación en la casa hizo que las autoridades no diesen por confirmada la presencia del imam Abdelbaki Es Satty entre los escombros hasta la mañana del 21 de agosto, pese a que había muerto en la explosión del 16 de agosto.
El desenlace
Una vez localizados los otros 11 elementos de la célula, los Mossos d'Esquadra confirmaron la identificación de Younes Abouyaaqoub como único autor material del atentado en La Rambla.
"Tenemos evidencias de tipo científico de que esta persona estuvo en este vehículo y documentación que le implica en los trabajos de alquiler de la furgoneta", detalló Trapero en una rueda de prensa ofrecida en la mañana del 21 de agosto.
Para ayudar en su búsqueda, los agentes publicaron fotografías del joven y pidieron colaboración ciudadana.
Apenas dos horas después, a las 15:30 (hora local), los Mossos recibieron varias llamadas que situaban al sospechoso en la estación ferroviaria de San Sadurní de Noya, una población situada en la comarca del Alto Penedés, en la provincia de Barcelona.
Las autoridades procedieron a perimetrar la zona, lo que provocó que dos agentes encontraran a un hombre escondido en una viña en la población vecina de Subirats y le dieran el alto.
Esa persona era Younes Abouyaaqoub, que al encontrarse con los agentes se abrió la camisa para mostrar un cinturón de explosivos y un arma blanca al grito de "Alá es grande".
Tras el cierre de la persecución policial sobre el bloque central de la célula terrorista, el 22 de agosto se iniciarán las actuaciones judiciales.
Los cuatro detenidos declararán el 22 de agosto en Madrid, donde se encuentra la Audiencia Nacional, el juzgado encargado de llevar las causas por terrorismo en España.