"La matanza de decenas de inocentes es un desafío al mundo entero, no solo al Gobierno de España. Es un intento de frustrar las gestiones de paz que las naciones europeas realizan en Oriente Medio, obligarnos a todos a que renegemos de una lucha consecuente contra la amenaza terrorista", señaló Fedótov en un mensaje de condolencias enviado al embajador de España en Moscú, Ignacio Ybáñez.
El 17 de agosto, una furgoneta invadió a gran velocidad el carril peatonal de las Ramblas, una de las principales atracciones turísticas de Barcelona, y avanzó medio kilómetro haciendo eses para atropellar más gente; varias horas después, cinco terroristas intentaron atropellar y atacar con armas blancas a viandantes en el paseo marítimo de Cambrils, en la provincia de Tarragona.
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Según el balance de última hora, el doble ataque se saldó con 14 muertos y más de un centenar de heridos. Las víctimas son nacionales de 34 países.
El ataque de las Ramblas fue reivindicado por Daesh (Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en numerosos países, incluida Rusia).