De acuerdo con Oleg Ponomarenko, experto del Centro de Estudios Estratégicos de Moscú, el nuevo buque insignia de la Marina de Guerra británica todavía está lejos de estar concluido.
"Por supuesto, el buque no se quedará en Portsmouth, zarpará en un futuro próximo y seguirá con las pruebas. Pero la preparación operativa se alcanzará solamente de aquí a algunos años", consideró Ponomarenko.
Según el experto, solamente aviones F-35B de despegue corto y aterrizaje vertical podrán utilizar ese portaviones. Los anticuados cazabombarderos Harrier también serán capaces de hacerlo, pero eso será menos efectivo.
Al preguntarle acerca de qué manera es posible comparar el nuevo portaviones del Reino Unido con su homólogo ruso, el Almirante Kuznetsov, Ponomarenko aseguró que una comparación entre las dos embarcaciones sería "incorrecta" desde el punto de vista de "los conceptos de uso en combate" de los buques.
Vídeo: Un fotógrafo aterriza un dron en un innovador portaviones británico
Sin embargo, el portaviones ruso tiene una ventaja importante sobre el Queen Elizabeth:
"La gran ventaja conceptual del Almirante Kuznetsov es que está equipado con un gran número de medios de autodefensa y una cierta cantidad de medios de ataque, aunque pequeños. Esto significa mucho", concluyó el experto.