En más de 20 lugares a lo largo de Estados Unidos, los globos se elevarán a más de 30.000 metros en el cielo. Irán equipados con cámaras, sensores meteorológicos y módems para transmitir la grabación del eclipse en vivo.
La bacteria que volará a bordo es una cepa particular llamada Paenibacillus xerothermodurans. Los microorganismos se secarán sobre la superficie de dos tarjetas de metal pequeñas.
Los globos están siendo enviados por equipos de estudiantes de secundaria y universitarios de todo Estados Unidos como parte del proyecto Eclipse Ballooning, dirigido por Angela Des Jardins de la Universidad Estatal de Montana.
Durante el eclipse, las condiciones serán aún más parecidas a las de Marte: las temperaturas bajarán aún más, y la Luna amortiguará algunos de esos rayos ultravioleta para que se parezcan más a la radiación en el planeta rojo.