"Lo planteado en Brasil, que probablemente entre en vigencia este año, es una pérdida de derechos muy importantes para los trabajadores", alertó Murro, y agregó que, si bien "es un tema de los brasileños, puede tener repercusiones importantes en las empresas uruguayas y afectar a los empresarios y trabajadores locales", según reseña la Presidencia uruguaya en su página web.
Por su parte, Cosse subrayó que los derechos de los trabajadores son defendidos desde hace muchos años en Uruguay y que el país ha respetado las leyes de negociación, por lo que "pensar en una reforma similar a la de Brasil sería dar un gran paso atrás".
La semana pasada, Murro y el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa enviaron una nota a Brasil, por ser el país que ejerce la presidencia temporal del Mercosur (Mercado Común del Sur), solicitando una convocatoria de los órganos sociolaborales del bloque, advirtiendo que la reforma brasileña podría afectar a Uruguay.
El fin de semana, Murro y Nin Novoa declararon públicamente su preocupación por la posible repercusión negativa en Uruguay de la reforma brasileña.
El lunes siguiente, la cancillería de Brasil convocó al embajador uruguayo en Brasilia, Carlos Amorín, para pedir aclaraciones.
Sin embargo, el martes, Brasilia dio por zanjado el roce diplomático.
"Estamos tratando ya esto, ya conversamos y tenemos buena relación con ellos; son dos países amigos que se entienden, no hay que darle más importancia", explicaron el martes a Sputnik fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
No obstante, este miércoles Uruguay volvió a criticar la reforma laboral brasileña.
"El Gobierno del Frente Amplio (coalición gobernante) no va a transitar el camino seguido por Brasil", aclaró Murro.
El ministro enfatizó que el Gobierno de Tabaré Vázquez "apuesta al crecimiento económico, como el registrado en los últimos 13 años, pero no a costa de reducir derechos sociales y a los trabajadores".
Murro subrayó que "en todos los partidos hay gente que está para defender empresas sostenibles y sustentables con derechos laborales y sociales", por eso indicó que Uruguay no transitará ese camino que "lamentablemente encara Brasil y otros países, que implica el retroceso de derechos laborales".
La nueva legislación laboral de Brasil pone por delante los acuerdos a los que lleguen empresas y trabajadores sobre lo que marca la ley y pretende flexibilizar aspectos como la división de las vacaciones, la reducción de la jornada laboral, la participación en beneficios y resultados, el banco de horas extra y el descanso para el almuerzo.
El Gobierno de Michel Temer considera esta reforma como uno de los pilares de su política económica y un aspecto clave para estimular la creación de empleo, mientras que la oposición critica que se haya procesado rápidamente y sin apenas diálogo con la sociedad civil.