La campana se instaló en la iglesia de San Jacobo tras un incendio en 1934 y, pese a que los residentes locales no tenían nada en contra de la 'campana de Hitler', una organista de la iglesia se quejó a un periódico local después de que una amiga suya "se casara al son de la campana nazi".
"Es una campana política", declaró el alcalde del poblado, Ronald Becker. El destino del instrumento se decidirá el 28 de agosto. Según Becker, probablemente se le vaya a borrar la simbología nazi. No obstante, la campana forma parte del patrimonio cultural, así que todavía hay que averiguar si será posible hacerlo.
Otra opción es instalar una placa informativa en la iglesia. Por último, la variante menos probable, sería la de destruir o vender el instrumento.
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Recientemente, la administración de la parroquia del lugar recibió una propuesta de compra de la 'campana de Hitler'. La carta, enviada por un desconocido, acababa con la frase "Un saludo nacionalista". De acuerdo con el alcalde, la comunidad de Herxheim no quiere tener nada que ver con esos mundos ni con la época nazi.
"La usaría como una campana histórica", explicó. Además, el alcalde subrayó también que es poco probable que alguien vaya a robar la campana, ya que "pesa alrededor de 250 kilogramos y se encuentra dentro del campanario".