El gran buque militar estaba amarrado en el puerto escocés de Invergordon. El portaviones, de 70.000 toneladas y que cuesta más de 3.000 millones de libras esterlinas, resultó frágil ante el simple y pequeño aparato, manejado por un 'amateur'.
"Podría cargarlo de dos kilos de (plástico explosivo) Semtex y dejarlo encima de la cubierta", dijo el 'piloto' británico.
Tiny drone lands on Queen Elizabeth aircraft carrier as it is docked at Invergordon https://t.co/tyO7Zr3lLJ pic.twitter.com/j4vYJEply6
— BBC Scotland News (@BBCScotlandNews) 12 августа 2017 г.
Según el hombre, hizo aterrizar el dron encima del portaviones por casualidad y sin ninguna intención. Como explica, aquel momento soplaba un fuerte viento, por lo cual el dron dio señales de necesidad de un aterrizaje inmediato.
Primero, el británico no hizo caso de las advertencias al considerar el viento no demasiado fuerte. Luego el mecanismo automático del dron lo hizo efectuar el aterrizaje en la superficie más cercana, que era la cubierta del Queen Elizabeth.