"Bagdad abandonó a su suerte a Kirkuk, la gobernación acogió a un 90% de los desplazados, la mayoría de ellos suníes, y no recibió ninguna ayuda del Gobierno federal", dijo.
Según el gobernador, la provincia les ofreció todo lo necesario, en particular admitió a las escuelas a unos 95.000 alumnos y trasladó a su territorio varias universidades con 20.000 estudiantes.
"El Gobierno asignó muy poco, menos de 10 millones de dólares durante los últimos años para las 700.000 personas", dijo Karim.
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Destacó que aunque las organizaciones internacionales prestaron ayuda, fueron los habitantes de Kirkuk los que tuvieron que soportar la mayor carga.
"Los habitantes de Kirkuk compartieron todo cuanto tenían con los desplazados", afirmó.
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, proclamó el 9 de julio la derrota total de los yihadistas en Mosul, tras una ofensiva militar que se prolongó por nueve meses.
Ahora el Ejército iraquí prepara la operación para liberar a la ciudad de Tal Afar, considerada el último gran bastión de Daesh en Irak.