El desmantelamiento corrió a cargo de la Administración Civil, un brazo del Ejército, que se apresuró a sacar los paneles poco antes de que el Tribunal Supremo le ordenara no hacerlo.
Generalmente, cuando existe una petición al Tribunal Supremo, el Ejército espera a que se pronuncien los magistrados, pero este miércoles la Administración Civil se adelantó unas horas a la decisión del Supremo y ejecutó la confiscación.
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El abogado de los beduinos, Alaa Mahagna, declaró que los paneles servían para proveer de electricidad a la única escuela del poblado.
Esta no es la primera vez que se confiscan paneles solares en esa zona que en algunos casos ha donado la Unión Europea.
Las protestas de Bruselas se producen continuamente pero no lograron su objetivo hasta ahora.