La campaña de los últimos días tiene por objetivo recabar información aprovechando que la dirección palestina suspendió la coordinación de la seguridad con Israel tras los incidentes de la mezquita al Aqsa de Jerusalén en julio.
Los registros se han dirigido a dependencias del Ministerio del Interior, del Comité de Seguridad y del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Los soldados registraron y forzaron a los funcionarios palestinos a contestar a preguntas relacionadas con el funcionamiento de su trabajo.
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La redada del Ejército también afectó a varias viviendas particulares del centro de Hebrón, de las que los soldados se llevaron algunos bienes, según indicaron fuentes palestinas.
