Según la entidad, en 2004 un hombre en estado grave y sin documentos fue trasladado a un hospital de Kaliningrado donde proporcionó datos personales ajenos y murió un mes después.
La persona a la que correspondían los datos proporcionados fue entonces registrada como muerta, aunque se trata de un hombre que actualmente está vivo, se casó en 2012, tuvo hijo en 2013 y consiguió una licencia de conducir en 2015.
Solo cuando vino a solicitar un trabajo formal descubrió que su cuenta personal fue cerrada en virtud de un acto sobre su muerte en 2004.
El "muerto" acudió a la oficina local del registro civil pero le negaron cambiar el acto.
El fiscal de Kaliningrado, al enterarse de la situación, envió al Tribunal Municipal una demanda para que los datos personales del hombre se eliminen del acto de muerte.