"El consumo de Occidente colabora con la muerte y los señores de la guerra del Congo"

"En un reportaje un señor de la guerra del Congo decía que la violación y el saqueo es parte de lo que el soldado considera su pago", explica el fotoperiodista uruguayo Armando Sartorotti, uno de los autores de la investigación que permitió denunciar por crímenes de lesa humanidad a rebelde congoleño que, expuesto públicamente, decidió entregarse.

El miércoles 26 de julio y con la mediación de la Organización de Naciones Unidas se entregó a la Justicia del Congo el fundador y líder de la guerrilla Mai Mai, Ntabo Ntaberi, alias Sheka. En los últimos tres años la presión internacional surtió efecto y el hombre se vio acorralado y sin los apoyos que lo habían convertido y sostenido como uno de los más influyentes señores de la guerra que actúan en el país africano.

La denuncia presentada en la ONU en 2014 por los periodistas Julio Alonso (español), Álvaro Carballo y Armando Sartorotti (uruguayos) permitió exponer a este líder rebelde, que al igual que otros, financiaba su organización mediante la explotación ilegal y el contrabando de los recursos naturales congoleños, y la consolidaba mediante secuestros, asesinatos y violaciones masivas.

"Como la mujer que violan es la del enemigo, luego muchas veces se trata de destruir los órganos sexuales de esas mujeres metiéndoles bayonetas en la vagina o quemándolas con antorchas. Imaginemos que en el Hospital Central de Goma hay un departamento que se encarga de la reconstrucción de los órganos sexuales de mujeres. De eso tienen que salir esas mujeres. Los pasos que tienen que dar son gigantescos", relata Sartorotti.

Sartorotti conoció un hogar donde viven mujeres abusadas sexualmente con los hijos nacidos de esas violaciones. Visitó el lugar durante 15 días, conversó con ellas y realizó un trabajo documental llamado  'Je suis, I am, Yo soy'