Las últimas pruebas de misiles balísticos por parte de Corea del Norte han incrementado la preocupación de la comunidad internacional. Según datos oficiales de Pyongyang, el Hwasong-14 viajó 998 kilómetros en 47 minutos, alcanzando una altitud de 3.725 kilómetros antes de caer en el mar de Japón. Esta sería sin duda una parábola excesiva para un lanzamiento real.
Tema: Corea del Norte lanza nuevo misil
Tomando como base esos datos, el codirector de la Unión de Científicos Preocupados, David Wright, calculó que, de tener una trayectoria balística estándar, el Hwasong-14 norcoreano sería capaz de alcanzar los 10.400 kilómetros de distancia.
CIUDADES DE EEUU |
DISTANCIA DESDE |
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Los Ángeles | 9.500 | ||||||||||
Denver | 9.800 | ||||||||||
Chicago | 10.400 | ||||||||||
Boston | 10.750 | ||||||||||
Nueva York | 10.850 | ||||||||||
Washington | 11.000 |
Esto sugiere que ciudades estadounidenses como Los Ángeles, Denver o Chicago estarían dentro del radio de acción del proyectil, al tiempo que Boston, Nueva York o Washington se salvarían. No obstante, el especialista advierte que es importante tener en cuenta que no sabemos qué tipo de carga útil portó el misil durante la prueba del 28 de julio. Si era más ligera que una ojiva nuclear, el cohete no podría alcanzar el rango de vuelo previamente anunciado.
Joshua Pollack, experto en estudios de no proliferación del Instituto Middlebury, por su parte, duda de que el misil norcoreano pueda superar los 10.000 kilómetros en un vuelo de 45 minutos. No obstante, precisó que Corea del Norte podría considerar la base naval estadounidense de San Diego como un objetivo a destruir.
La Federación de Científicos Estadounidenses, por su parte, ha preparado para el Pentágono el manual número 3-90.40, cuyo título podría traducirse como 'Esfuerzos militares conjuntos para neutralizar las armas de destrucción masiva'.
En primer lugar, dada la amarga experiencia de Irak, donde nunca se encontraron armas de destrucción masiva (ADM), se deben activar todos los medios posibles de inteligencia y reconocimiento para identificar los lugares precisos de despliegue de las ADM, destacan los desarrolladores del documento.
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Pero lo más notable es que el manual 3-90.40 enumera varios escenarios sobre cómo las brigadas terrestres de EEUU deberían operar bajo la amenaza de uso de las ADM. En otras palabras, los analistas estadounidenses estarían instruyendo al Pentágono acerca de cómo realizar operaciones en la península de Corea, en condiciones en las que no se pueda evitar el uso de las ADM por parte de Pyongyang.
"Sobre el papel, todo trascurre perfecto para los estadounidenses. Pero, en la práctica, quedan dudas acerca de si podrán implementar este plan sin desatar una guerra nuclear en la península de Corea", comentó al portal ruso Gazeta el director adjunto del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Konstantín Makienko.
Ante una hipotética intervención estadounidense en Corea del Norte, el Gobierno de Pyongyang no dudará en utilizar armas de destrucción masiva, afirma el especialista. Será inevitable la pérdida de millones de vidas, tanto de un lado como del otro de la frontera. Toda la región podría quedar destruida y contaminada.
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Además, la presencia de tropas norteamericanas desatará la resistencia no solo de los militares, sino a nivel popular. Teniendo en cuenta la geografía montañosa y los vastos bosques inaccesibles para la maquinaria bélica, el Ejército estadounidense no tendrá la oportunidad de mostrar su superioridad tecnológica sobre los norcoreanos.