"No, no la hemos recibido", dijo Peskov al comentar la pregunta de los periodistas relacionada con las palabras de Kadírov sobre su disposición a "dejar todos los poderes" y "ser voluntario y proteger la mezquita Al Aqsa por el resto de vida".
La crisis en torno a la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, se inició el 14 de julio, cuando un comando integrado por tres árabes israelíes mató a dos policías en la Puerta de los Leones de la ciudad vieja, a escasos metros de la Explanada.
Los atacantes fueron abatidos poco después por la policía israelí una vez habían entrado en la Explanada, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, un sitio sagrado para los musulmanes.
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En respuesta a esta agresión, las autoridades israelíes cerraron la Explanada por 48 horas y el 16 de julio la policía colocó portales detectores de metales en sus accesos, una decisión que los palestinos interpretaron como un cambio unilateral en el statu quo del Santuario, donde en la antigüedad estuvo el Templo judío.
Sin embargo las autoridades israelíes decidieron mantener las cámaras de seguridad, por lo cual los musulmanes siguen negándose a volver a rezar en el lugar.
Decenas de miles de musulmanes reanudaron este 27 de julio su participación en la plegaria de la tarde después de dos semanas de abstenerse de acudir a Al Aqsa y ondearon desafiantes la bandera palestina en lo alto de esta mezquita.