"En el ámbito de seguridad aún una brecha pequeña es inadmisible, por eso Fumio Kishida simultaneará temporalmente los cargos del ministro de Exteriores y Defensa", dijo en una rueda de prensa.
Además, pidió perdón "de todo corazón" al pueblo japonés por la renuncia de Inada.
La exministra japonesa de Defensa presentó su dimisión tras una serie de escándalos.
Uno de los más recientes está relacionado con las declaraciones que hizo antes de las elecciones a la Asamblea de Tokio cuando pidió apoyar en nombre del Ministerio de Defensa, las Fuerzas de la Autodefensa y el Partido Liberal Demócrata a un candidato de la formación gobernante, lo que va en contra de la neutralidad política y provocó una fuerte reacción por parte de la oposición.
Poco después se filtraron informaciones de que Inada apoyó presuntamente la iniciativa de altos cargos militares de ocultar el descubrimiento de informes oficiales —que deberían haber sido destruidos— sobre la misión de paz de la ONU en Sudán del Sur en la que participaron tropas japonesas.
En marzo de 2016 se aprobó una ley que permitió a los militares nipones emplear armas para la autodefensa en el extranjero.
En diciembre pasado Japón envió a Juba 350 militares para un periodo de cinco meses, pero ante el empeoramiento de la situación en Sudán del Sur y la crítica por parte de la oposición, Tokio decidió no prorrogar su estancia en la región.