Juan Vega, un residente del estado de Connecticut, deberá permanecer tras las rejas durante 120 días, tras admitir ante un jurado haber matado a un pececito de colores en ocasión de una pelea con su mujer.
Según el periódico local The Bristol Press, el hombre de 33 años discutió con la concubina y juntó sus pertenencias para dejar el domicilio. Antes de irse, rompió un televisor y otros objetos. La afectada llamó a la Policía, que acudió al lugar de los hechos. Allí, un oficial habló con el hijo de la denunciante, quien relató haber encontrado su pececito de colores cortado en dos.
Vega admitió ante la Policía la autoría de este singular 'crimen' y se declaró culpable del cargo de alterar el orden público. A cambio de admitir su responsabilidad, la Justicia desestimó el delito de crueldad animal.
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El fiscal del caso argumentó que el episodio "traumatizó" al niño. Por eso, el responsable deberá enfrentarse a una temporada en la cárcel, aunque ya cuenta con antecedentes penales por venta de drogas.
