"No hay ningún problema de seguridad alimentaria con bienes bañados en cloro porque la Unión Europea ha dicho que es totalmente seguro", ha reiterado el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, en su gira de conversaciones en EEUU en preparación del acuerdo posBrexit, que respalda el presidente Donald Trump.
La práctica está prohibida en la UE y otros países al margen del bloque.
Las palabras de Fox chocan con la rotunda negativa de su colega en el gabinete conservador, Michael Gove, para quien los 'pollos clorados' son una línea roja infranqueable.
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"No", respondió el titular de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, tajante y directo, al ser cuestionado este 26 de julio sobre la polémica en un influyente programa de radio de la BBC.
"He dejado bien claro, y todos los miembros del Gobierno estamos de acuerdo en esto, que no vamos a diluir nuestras exigentes normas sobre el bienestar de los animales y del medio ambiente en aras de un acuerdo comercial", defendió.
"Cuando abandonemos la UE necesitamos ser líderes en normas sobre el bienestar de los animales", declaró a la BBC.
Importaciones de vacuno tratado con hormonas o productos agrícolas manipulados genéticamente son, junto con los pollos bañados en cloro, muy probables obstáculos a un rápido acuerdo comercial entre Reino Unido y EEUU, según advierten los expertos.