"Estoy contento de haber colaborado con la justicia como siempre dijimos que haríamos y como seguiremos haciendo en el futuro", dijo el presidente del Gobierno en un acto público sobre violencia machista tras su declaración judicial.
Durante su comparecencia, Rajoy dijo no tener constancia de la presunta financiación ilegal de su partido ni del pago de sobresueldos porque su actividad a nivel orgánico abarcaba únicamente el plano político, dejando las cuestiones económicas a los encargados de su gestión.
El líder conservador admitió que el Partido Popular "tuvo sus problemas y sus historias" pero dijo estar "decidido a combatir la corrupción" y "ganarle la batalla".
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La oposición española calificó la declaración judicial de Rajoy como una "vergüenza" para el país e incluso el líder del PSOE, Pedro Sánchez, solicitó su dimisión por "manchar la marca España ante el mundo".
