La empresa Saturn celebró su centenario el año pasado. En la actualidad la planta pertenece al conglomerado ruso Rostec y se ocupa de la producción de motores tanto militares como civiles.
Según relató el director gerente de Saturn, Víctor Poliakov, hoy en día la tasa de los productos para la aviación civil alcanza el 45% y sigue aumentando. Entretanto, los responsables de la gestión de la fábrica quieren aumentar el porcentaje de la producción civil hasta el 50%.
Saturn produce una amplia variedad de motores, pero quizá el más importante sea el SaM-146, el propulsor que se utiliza en los aviones rusos Sukhoi Superjet 100. El SaM-146 es producido por la planta VolgAero, cuyas instalaciones están situadas en el territorio de Saturn.
Según explicó el director del programa SaM-146, Mijaíl Berdénikov, Rusia produce la parte mecánica del dicho motor, mientras Francia suministra las piezas electrónicas. El funcionario subrayó que por ahora la planta no planea reemplazar las partes francesas y agregó que las sanciones no tuvieron ningún efecto sobre la cooperación galo-rusa.
Berdénikov aseguró que es la primera vez en la historia que un motor fue diseñado, producido y certificado más rápido que su avión portador.
El director del programa SaM-146 relató que la planta produce más de 70 motores SaM-146. Este año está previsto equipar 34 aeronaves Sukhoi Superjet 100 con propulsores de este tipo.
El jefe de departamento de ensamblaje de la fábrica, Mijaíl Sasarin, explicó a los periodistas que la parte 'caliente' del motor (la turbina de alta presión y la cámara de combustión) viene de Francia, mientras su parte 'fría' —o sea ventiladores, compresor y turbina de baja presión— es de producción rusa.
"El requisito obligatorio para el ensamblaje del motor es la calidad. Las personas vuelan en estos aviones, por lo cual no tenemos derecho de cometer un error", declaró Sararin.
Sasarin profundizó que el proceso de ensamblaje se lleva a cabo por montadores, controladores y el servicio de calidad. Una vez que el propulsor esté listo y pase las pruebas, lo envían a una planta en la ciudad de Komsomolsk del Amur, en el Lejano Oriente ruso, donde lo instalan en los aviones Sukhoi Superjet 100. Al llegar a dicha ciudad el SaM-146 se instala en una góndola de producción francesa.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) July 25, 2017
El proceso de ensamblaje dura hasta 7 días, luego el propulsor se somete a pruebas que duran unas 24 horas, además se llevan a cabo las obras de limpieza e inspección. El tiempo entre el envío del motor de la planta de VolgAero y su instalación sobre un SSJ-100 normalmente es de 10 días. En otras palabras el ciclo completo de la creación de una unidad del motor SaM-146 no supera a 30 días.
Pruebas sin importar el clima
Al llegar al departamento de pruebas, el motor es instalado sobre un adaptador que imita elementos de un ala del avión SSJ-100. Los especialistas preparan el motor durante dos horas y luego lo trasladan a la sala de test.
El motor es instalado en el sistema de medición de potencia. La cámara donde se lleva a cabo el ensayo permite al motor consumir el aire; su sistema de escape mengua el chorro de propulsión que sale de la tobera del motor con la velocidad del sonido, y además reduce la temperatura y extrae los gases a la atmosfera.
En el marco de las pruebas se analiza la interacción de todos los módulos del motor en cada modo de funcionamiento: de ralentí al modo de despegue.
Además de examinar la calidad del ensamblaje, los tests examinan las características principales del propulsor, uno de las más importantes es el empuje, que se calcula a través de un sensor. Asimismo, los especialistas analizan el consumo de combustible y otros parámetros.
Para confirmar las características de cada motor, los expertos incluyen los llamados 'performance summary sheet' —documentos acerca de los resultados del funcionamiento— en el informe sobre los ensayos.
Los sistemas del centro de control de pruebas permiten evaluar las capacidades del motor. El jefe del departamento de pruebas relató a Sputnik que cada propulsor del tipo SaM-146 se somete a unas 6-7 horas de ensayos. Junto con el montaje y el desmontaje y otros tipos de obras, las pruebas duran unas 24 horas.
Las salas de test, diseñadas para sostener pruebas de los motores de la clase de empuje de 23 toneladas, en la actualidad albergan pruebas de los SaM-146 cuya clase de empuje es de 8 toneladas.
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Durante un ensayo el motor consume 900 kilogramos de aire en solo un segundo. La velocidad del aire alrededor del motor es de 15-20 m/s, mientras la del interior del motor es considerablemente mayor, 50-70 m/s.
En otro comentario, Liubimov dijo que el motor es ensayado en cualquier condición climática y en cualquier temperatura. Los SSJ-100 se usan en la república rusa de Yakutia donde las temperaturas invernales se desploman hasta —40oC o menos.
La revolución en la producción: la supercomputadora y la impresora 3D
Dichas tecnologías permiten crear materiales compuestos cerámicos tanto para los propulsores militares como para los civiles. Según relataron los expertos de la planta, dichas tecnologías permiten aumentar la vida útil de los motores.
Saturn desde hace mucho tiempo utiliza los sistemas digitales. La fábrica cuenta con una supercomputadora, que es la mejor de toda la industria rusa. El rendimiento de este dispositivo se cifra en 115 teraflops —1012 operaciones de coma flotante por segundo, es decir muy alto—.
El uso de este aparato permite reducir los tiempos del diseño de los productos, por lo cual disminuyen los plazos de la salida de productos de la fábrica al mercado. La supercomputadora también ayuda a los diseñadores a crear un modelo correcto del producto y resulta ser muy útil durante las fases siguientes de la producción.
Con este sistema es posible crear una versión digital del motor que puede ser usada durante todo el plazo del funcionamiento del propulsor, lo que puede ayudar a prevenir averías.
Está previsto que en el futuro se introduzca la 'fabricación inteligente' en la industria. Se espera que esta permita realizar las ideas de manera aún más rápida. Además, los productos podrían hacerse más sofisticados, por ejemplo, contar con más sensores.
Uno de los representantes de Saturn relató a los periodistas que existen planes para el uso de dicha computadora en el mejoramiento del ámbito digital de la ciudad de Ríbinsk —la localidad en la óblast de Yaroslavl donde se ubica la planta Saturn—.
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El uso de la supercomputadora ya ha comprobado su efectividad. Si antes el tiempo entre la concepción de la idea de un motor hasta se producción en serie tardaba unos 15 años, ahora gracias a este sistema, el mismo proceso dura solo 4-5 años, lo que en particular se refiere a los plazos de la creación del motor SaM-146.