"(Erdogan) pone en juego la colaboración de muchos siglos entre Turquía y Alemania, es bastante triste ya que hay mucho que nos une", dijo Schäuble.
El 20 de julio, el jefe de la diplomacia alemana, Sigmar Gabriel, declaró que Berlín revisará su política económica hacia Ankara, incluidos los programas de préstamos e inversión y endurecerá las recomendaciones para sus ciudadanos que viajen a Turquía, por la detención de activistas de los derechos humanos en ese país.
El 18 de julio, un tribunal turco decidió mantener en prisión a la directora general de la organización Amnistía Internacional (AI) en Turquía, Idil Eser, así como a otros cinco defensores de los derechos humanos entre los que figura el alemán Peter Steudtner.
El portavoz del Gobierno de Alemania, Steffen Seibert, expresó a través de Twitter su solidaridad con Steudtner, al que las autoridades turcas acusan de actividad terrorista.
El Ministerio de Exteriores alemán exigió a Ankara su liberación inmediata al calificar de absurdos los cargos contra Steudtner y citó al embajador turco en Alemania.