"Todos los países deben continuar actuando con moderación y llevar a cabo negociaciones directas cuanto antes con el fin de evitar una escalada de la situación", dijo en una reunión con su par de Catar, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, en Pekín.
Según Wang Yi, el Consejo ya ha demostrado su eficacia en la resolución de las crisis regionales.
Expresó la confianza en que los países del Golfo sean capaces de encontrar una solución a través de unas negociaciones directas, basadas en el respeto mutuo y sus compromisos internacionales, incluidos los esfuerzos conjuntos en la lucha contra el terrorismo.
Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.
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El Gobierno de Catar lamentó el bloqueo diplomático al calificarlo de "injustificado", y aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento.