El analista sostuvo que ante todo hay que tomar en consideración el hecho de que muchos aspectos vinculados con el despliegue geográfico de las tropas rusas están relacionados con circunstancias históricas.
Una menor cantidad de tropas estaba desplegada en los territorios de las repúblicas occidentales de la URSS, como Bielorrusia y los países del Báltico. En la parte europea, el país soviético tenía localizados a sus unidades de reserva. Por su parte, las fuerzas más potentes de la URSS se encontraban en Siberia del Este y en el Lejano Oriente.
"Dado que los recursos para la construcción de infraestructura militar como los cuarteles, aeródromos o almacenes son limitados, muchas de las bases soviéticas son utilizadas por Rusia hasta ahora", afirmó Kashin.
Además, Rusia regularmente traslada estas unidades a otras regiones del país durante la celebración de distintos ejercicios.
"Hablar de que los misiles rusos están apuntando a China es extraño, ya que China supera a Rusia en cuanto al número de misiles balísticos de medio y pequeño alcance que posee", dijo Kashin en una entrevista para la agencia Sputnik.
Según el politólogo, es lógico que Rusia, que cuenta con numerosas fuerzas en el Lejano Oriente, celebre periódicamente en esta región del mundo grandes ejercicios militares.
"Es completamente normal: por ejemplo, Suiza, que está rodeada por los países de la OTAN y los de la UE —con los que mantiene relaciones muy estrechas — celebra regularmente grandes maniobras", dijo.
En estas circunstancias, cualquier ejercicio militar tiene como objetivo preparar a las Fuerzas Armadas del país que lo realiza para que sus unidades puedan reaccionar de forma oportuna a posibles amenazas.
"En cualquier caso no se puede hablar de una amenaza a Estados concretos", concluyó Kashin.
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