"Apreciamos los esfuerzos mediadores del emir de Kuwait, Sabah al Ahmad al Sabah y esperamos que sean exitosos", dijo el monarca catarí en su primer discurso público tras desatarse la crisis en las relaciones con países árabes, transmitido por el canal televisivo catarí Al Jazeera, y añadió que Doha aprecia el rol de EEUU que apoyó la misión mediadora, así como la "postura constructiva de Alemania, Francia, Reino Unido, de Europa en general y de Rusia".
El jeque catarí destacó, además, el papel especial de Turquía que "inmediatamente respondió a la necesidad de satisfacer las demandas del mercado catarí".
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar, tras acusar a Doha de apoyar el terrorismo.
Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.
El Gobierno de Catar lamentó el bloqueo diplomático al calificarlo de "injustificado", y aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento.