Su principal característica es el uso de los equipos eléctricos —motor, generador, neumáticos— que emplean el efecto de la superconductividad de alta temperatura.
Lea más: Made in Russia: realizan pruebas de un revolucionario avión de doble fuselaje
El uso de este tipo de planta motriz permitirá reducir los costos de combustible y las emisiones de sustancias nocivas, bajar el nivel de ruido y aumentar la vida útil de la parte de la turbina de gas. Su potencia nominal planeada es de 500 kW.
Институт имени Жуковского представил макет гибридно-электрического двигателя pic.twitter.com/uuHfTmjiQB
— Христина Дергилева (@93Dergileva) July 20, 2017
La primera etapa de la investigación se dedicará a la construcción de una planta motriz de este tipo, que utiliza superconductores.
Según el director general del TsAGI, Andréi Dútov, el desarrollo de esta planta motriz es un "paso práctico para Rusia en el camino hacia la construcción de un avión eléctrico".
"Estas tecnologías permiten garantizar la competitividad de los equipos aeronáuticos nacionales dentro de 15-20 años en un nuevo orden tecnológico. De acuerdo con nuestras estimaciones, las nuevas fuentes de energía a bordo es una de las áreas donde es posible lograr resultados revolucionarios", apuntó.
Según el blog ruso BMPD, que se dedica a la cobertura de las tecnologías civiles y militares, para 2030 el potencial del aumento de eficiencia del uso de las tecnologías tradicionales en la industria aeronáutica no superará el 40% del nivel actual.
De esta manera, teoriza BMPD, la industria aeronáutica ha alcanzado su límite máximo en el desarrollo tecnológico en los campos de la construcción de motores para aviones y de la aerodinámica.
Vea también: ¡Aventura supersónica! Vuelo a la estratósfera a bordo de un MiG-31 a 3.000 km/h (vídeo)
Por esta razón, "podemos esperar un salto, comparable a la transición de la aviación de combustión interna [motores que generan potencia por medio de una hélice] a la aviación de motores a reacción", escribe el blog colectivo.
"Los aviones de propulsión eléctrica podrían convertirse en una de las direcciones más probables de este salto", concluye.