"Sería bueno levantar gradualmente las sanciones para mostrar que es necesario avanzar hacia la paz", dijo a la revista Focus.
Sin embargo, indicó que en su opinión "esto es imposible".
Se pronunció también a favor de una nueva política acerca de Rusia.
"Abogo por una nueva política oriental y una distensión", señaló el ministro.
Desde marzo de 2014, EEUU, la Unión Europea (UE) y algunos de sus aliados pusieron en marcha sanciones individuales y sectoriales contra Rusia por su actuación en la crisis de Ucrania y lo que califican de "anexión ilegal" de Crimea.
Moscú sostiene que no es parte del conflicto en Ucrania y que las sanciones son contraproducentes pero mantiene en respuesta, desde agosto de 2014, el embargo a algunas importaciones agroalimentarias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.
Con respecto a Crimea, que se reintegró en Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción, Moscú subrayó en repetidas ocasiones que los electores expresaron su voluntad democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU.