La península tuvo que enfrentarse a una potencial invasión masiva de langostas procedentes de Asia. Si los insectos hubieran llegado a la edad adulta, podrían haber destruido los cultivos de Crimea, una de las principales regiones productoras agrícolas de Rusia.
Para atajar la amenaza de raíz, se utilizó un biplano An-2, venido de la vecina región de Krasnodar, que atacó a los insectos con pesticidas no dañinos para la salud humana.
"La plaga ha sido neutralizada totalmente a tiempo. Solo unos pocos días de retraso y el insecto habría llegado a la edad adulta y hubiera empezado a volar. En ese caso se hubiera diseminado por un gran territorio", subrayó el ministro de Agricultura de Crimea, Andréi Riumshin, en su cuenta de Facebook.
Las langostas adultas pueden recorrer más de 50 kilómetros en pocas horas y destruir toda la vegetación que encuentran a su paso.
