El periódico ruso Kommersant pudo descubrir que el correo electrónico que previamente había sido hackeado por un pirata informático pertenecía a Robert Otto, jefe de la sección especializada en la política interna de Rusia del Departamento de Estado de EEUU.
"Del contenido de estos artículos se puede deducir que Otto y sus interlocutores muestran un gran interés por un amplio abanico de temas relacionados con la política interior de Rusia", escribe Yelena Chernenko, autora del artículo para Kommersant.
Entre estos temas se destaca la posibilidad de que en Rusia se celebren elecciones anticipadas y el caso de la privatización de la empresa rusa Bashneft.
Un gran número de mensajes de Otto estaba dedicado a los cambios de cuadros que se produjeron en las estructuras estatales de Rusia. Una correspondencia llevaba en adjunto un archivo de siete páginas sobre el jefe de la Administración del presidente ruso, Antón Vainó.
Otra cadena de mensajes abordaba cuestiones como: quién está sentado en el Consejo de Seguridad de Rusia y en qué sitio y qué puede significar.
Aparte de estos temas, un grupo de mensajes incluía hipótesis sobre el contenido de varios decretos secretos que habían sido firmados por el presidente ruso, en particular el documento que estaba relacionado con la designación de Serguéi Korolev como jefe del Servicio de Seguridad Económica del Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
Anteriormente, la revista Foreign Policy informó que un hacker, identificado como Johnnie Walker, había logrado penetrar en las comunicaciones privadas de un alto funcionario de la Oficina de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado de EEUU.
Entre la correspondencia que acabó en manos del pirata informático había cartas enviadas a la Agencia Central de Inteligencia y que tenían como destinatarios a ONG y medios de comunicación.
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