Así está planteado el tablero de ajedrez comercial a nivel mundial, mientras países como Rusia y China, que van afianzando sus lazos y tendiendo redes, observan a la distancia esta guerra fratricida entre países que hasta hace dos días, eran hermanos, uña y carne, socios inseparables hasta el infinito.
Pero, ¿cuáles son las verdaderas razones? ¿El librecambio que quiere combatir al proteccionismo anunciado por Donald Trump? ¿O se trata de la lucha por la defensa de puestos de trabajo y de derechos humanos? ¿O sencillamente por meras transacciones comerciales?
"Yo creo que el Gobierno de Donald Trump lo que intenta básicamente es hacer valer su condición de potencia imperialista global. En ese sentido, lo que trata es de recuperar su economía sobre la base de aquellas medidas que mejor la puedan favorecer".
El analista señala que durante las últimas décadas "EEUU se la ha jugado a una gestión global de su imperio por la vía del aumento del libre comercio y de la generación de grandes áreas. Esa era la estrategia básica que latía detrás de iniciativas como el TTIP, TPP, etc, etc. Sin embargo lo que vemos (ahora) es una mecánica nacionalista de repliegue de Donald Trump apoyada por parte de los republicanos en el Congreso, que lo que busca precisamente es favorecer el propio producto norteamericano frente a los del resto de zonas económicas".
Lo cierto es que nadie se hubiera imaginado hace poco más de un año, antes de que los británicos votaran a favor del Brexit, o de que el envión que estaba tomando Donald Trump, lo lanzara hacia el sillón del Despacho Oval.
Todo se torció, sobre todo para la Unión Europea y los socios estratégicos de EEUU, que veían impotentes cómo el tsunami Trump, se llevaba por delante el castillo de arena. Y tuvieron que empezar a rehacerlo, sin saber muy bien cómo.
En el contexto de la reciente cumbre del G20 en Hamburgo, la UE y Japón alcanzaron un "acuerdo político" sobre los contornos de un acuerdo comercial. Y comenzaron a dar por muerto y enterrado el liderazgo de más de 70 años de EEUU en ese aspecto. Y susurraban sobre el "derrumbe" del país norteamericano, mientras las instantáneas mostraban a unos sonrientes Donald Tusk, Jean-Claude Juncker, y Shinzo Abe, haciendo piña para las cámaras.
Una sonrisa que se le borra a Bruselas cuando el Brexit se le sube a la cabeza, y piensa en la amable invitación que le hizo el Ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, el neoyorquino (como Donald Trump), Boris Johnson, cuando se enteró de la minuta que le pasó el bloque para abandonar el barco. "Que vayan a tomar el viento fresco", dijo con desdén el canciller de las islas.
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Lo soltó amparado en el entusiasmo de su coterráneo, que más allá de ir tumbando alianzas, como el TTIP, el TPP, o poner en escrutinio el NAFTA, abrazó a su socio favorito de siempre, para que no quedara desamparado.
Así, mientras las cabezas visibles de la UE y Japón se tomaban esa foto sonrientes, Trump elogió lo que dijo que sería un "gran, gran acuerdo" con el Reino Unido que se concretaría "muy, muy rápidamente" una vez que el Reino Unido salga de la UE.
Las cosas no son tan sencillas para el viejo continente según Carretero Miramar. "Europa está en una situación muy comprometida en estos momentos. Por un lado tiene esas rupturas con los bloques que le son más cercanos, por otro lado tiene esa ruptura interna que ha representado el Brexit. El Reino Unido va a poder establecer una relación inmediata y muy fuerte con EEUU".
"Europa ve cómo esa alianza tradicional con el Reino Unido se aleja, pues la negociación (del Brexit) puede encontrar determinados escollos y que no se pueda producir exactamente como quiere la Unión Europea, y al mismo tiempo hay una serie de contradicciones internas dentro del bloque europeo que son muy importantes", explica el experto.
Pero el trago amargo de Europa no para ahí, porque los conflictos intestinos también están haciendo estragos. "Alemania se beneficia de las problemas en la zona euro, no es una situación sana. (…) Los países que ya tienen la deuda la aumentan, y los que son capaces de competir se hacen más competitivos", se desbocó el presidente de Francia Emmanuel Macron en una entrevista con el grupo mediático Funke.
Ante esta situación surgen interrogantes. ¿Se podría entender que estamos ante una guerra comercial abierta entre la UE y EEUU, hay un "todos contra Trump" a nivel global, hay un "todos contra todos", considerando que dentro de Europa también hay problemas, hay una especie de "sálvese quien pueda"?
"Se podría entender como un 'sálvese quien pueda' y 'una guerra de todos contra todos'. Lo que vamos a ver es el aumento de las tensiones en el interior de la UE, pero también un aumento de las tensiones de la UE con EEUU y con otras zonas económicas", indica el economista.