El mismo periódico afirmó dos días antes que el encuentro se iba a celebrar en San Petersburgo, pero el Departamento de Estado de EEUU precisó que tendría lugar en Washington el 17 de julio.
El propio Riabkov, en declaraciones a Izvestia, reafirmó el rechazo a la política de sanciones que viene aplicando EEUU al afirmar que "es contraria al derecho" y tendrá respuesta por parte de Rusia.
"El hecho de que no hemos respondido a la toma ilegal de nuestros inmuebles no significa que no lo hagamos luego", apuntó.
A finales del año pasado, el Departamento de Estado de EEUU declaró personas no gratas a 35 diplomáticos rusos, dándoles 72 horas de plazo para abandonar el país, y ordenó el cierre de dos mansiones en Centreville, Maryland, y Oyster Bay, Nueva York, que supuestamente eran utilizadas para espionaje.
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Sin embargo, el presidente Vladímir Putin anunció que el país no se rebajaría a una "diplomacia primitiva" y se reservaría el derecho a tomar contramedidas en función de la política que implementara la nueva administración estadounidense.
Fuentes del diario The Washington Post revelaron a finales de mayo pasado que la administración de Donald Trump estudia reabrir los dos locales embargados pero privarlos de inmunidad diplomática para que agentes de seguridad estadounidenses pudieran entrar allí como en otros edificios ordinarios.
El diario Izvestia adelantó el 11 de julio, citando una fuente diplomática, que Rusia expulsaría a unos 30 diplomáticos de EEUU a menos que el vicecanciller Serguéi Riabkov y el secretario de Estado adjunto de EEUU Thomas Shannon lograran un compromiso.
Preguntado a este respecto, el canciller Lavrov dijo que Moscú está examinando diversas opciones de respuesta, pero rehusó debatirlas en público.