Varios países occidentales habían condenado en numerosas ocasiones el arresto del activista, fallecido sucumbiendo al cáncer de hígado terminal, e instado a las autoridades chinas a liberar a Xiaobo y permitirle salir al extranjero para recibir tratamiento adecuado.
"El Gobierno chino tiene una grave responsabilidad por su muerte prematura", dice la declaración de Reiss-Andersen.
La presidenta del Comité del Nobel lamentó que Xiaobo no fuese trasladado a un hospital "donde hubiera podido recibir un tratamiento médico adecuado antes de que contrajera una enfermedad terminal".
"La noticia sobre la grave enfermedad de Liu Xiaobo fue recibida por el mundo con cierto silencio y una reacción tardía y indecisa", apuntó.
Liu recibió el Nobel de la Paz en 2010 por su activismo en materia de los derechos humanos en China, según el Comité Nobel.
En 2008 fue arrestado por redactar un manifiesto conocido como la Carta 08, que exigía reformas políticas y libertad de expresión en China.
En 2009 fue condenado a 11 años de cárcel por subversión.
A principios de junio, el nobel obtuvo la libertad condicional tras habérsele diagnosticado un cáncer de hígado terminal.
Después de la liberación fue tratado en un hospital de Shenyang, con participación de médicos de EEUU y Alemania.