Unas 250 personas, o quizás más, se congregaron en el recinto de la residencia argentina para celebrar al aire libre el día patrio de la nación sudamericana.
La ceremonia oficial comenzó con la interpretación de los himnos de Argentina y de Rusia, luego se dirigió a los asistentes al acto el nuevo embajador argentino ante el Kremlin, Ricardo Ernesto Lagorio, quien destacó la importancia para su país de las relaciones de socios estratégicos que Moscú y Buenos Aires establecieron en 2015.
“Estos vínculos (de amistad entre Argentina y Rusia), que en 2015 se traducen en una Asociación Estratégica Integral, han de profundizarse aún más en dinámico flujo de intercambios políticos, comerciales, culturales, educativos, de defensa, científicos, tecnológicos y de cooperación, para cuyo logro mi Gobierno se compromete a seguir trabajando para el mutuo interés de nuestros pueblos”, expresó el embajador Ricardo Lagorio.
El director del Departamento Latinoamericano de la Cancillería rusa, Alexandr Schetinin, destacó, por su parte, que “en los últimos años hemos logrado muchos resultados importantes en el desarrollo del diálogo político, en la consolidación de la cooperación económica y comercial, de inversiones y en el campo cultural y humanitario”.
El diplomático aseguró que en Rusia hay “muchísimos amigos de Argentina que quieren ese país por el tango, por el fútbol, por el asado” y expresó la esperanza de que la selección argentina de fútbol se clasifique para el Mundial 2018 que organizará Rusia, “a pesar de la reciente boda de Lionel Messi”, agregó en plan de broma.
Schetinin recordó que entre nuestros dos países, unidos por relaciones diplomáticas hace más de 130 años, siempre existían vínculos de respeto y amistad, de cooperación equitativa y de beneficio mutuo, que, en su opinión, sin falta tendrán continuación.
Tras el brindis por la Independencia Argentina, los invitados pudieron saborear un riquísimo asado y varios tipos de vinos argentinos.