"El presidente Trump (…) dijo que esta campaña adquiere un carácter bastante extraño porque durante los meses que se han hecho estas acusaciones, no fue presentada prueba alguna", dijo Lavrov.
Añadió que "el presidente Trump dijo que escuchó las declaraciones claras del presidente Putin de que no es verdad, y que las autoridades rusas no interviierono, y que acepta estas declaraciones".
Esta campaña de influencia, según el informe, habría sido aprobada al más alto nivel e incluyó hackeos, filtraciones y uso de medios de información y redes sociales pero no repercutió en el conteo de votos.
Tanto el Kremlin como el Ministerio de Exteriores ruso negaron rotundamente la implicación de Rusia en los supuestos ciberataques en las elecciones en EEUU.
Hasta la fecha, el Gobierno de EEUU no ha presentado ninguna prueba que confirme la responsabilidad de Moscú en esos supuestos ataques informáticos.