En junio pasado los periodistas de la cadena RT descubrieron que la historia del niño fue una de las mayores falsificaciones sobre Siria.
"Instamos a los periodistas de la CNN a reconocer que se equivocaron y preparar un reportaje que desmienta sus dichos", dijo la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
La imagen del niño sentado en una ambulancia con el cuerpo cubierto de polvo y el rostro ensangrentado dio la vuelta al mundo.
Después de la publicación de la foto el director ejecutivo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Anthony Lake, urgió a "poner fin al horror" que viven los más de 100.000 menores en Alepo.
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Los medios occidentales dominantes fueron más allá y acusaron a los aviones rusos de haber bombardeado la vivienda del niño.
Dos meses después de la publicación de la imagen, la periodista estrella de la CNN Christiane Amanpour en una entrevista con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, le mostró la imagen del niño y le dijo que "eso era un crimen de guerra".
Zajárova conminó a la CNN a reconocer su error o admitir que había manipulado a la opinión pública.
"La ausencia de una respuesta clara del canal estadounidense al respecto hace pensar que los periodistas de la CNN tergiversaron deliberadamente los hechos", subrayó la portavoz diplomática.
Tras salir a la luz la verdad sobre este caso, la Cancillería rusa invitó a Amanpour a ir a Siria para hacer una entrevista "honesta" al niño Omran.
La CNN está en el ojo del huracán desde que el propio presidente estadounidense Donald Trump le acusara de estar divulgando noticias falsas.