"Persisten las preocupaciones por las purgas radicales que siguieron al fallido golpe de julio pasado y hasta qué punto debilitaron el Ejército de Turquía, el segundo más grande de la OTAN", escribe el diario.
El ex embajador de EEUU en Turquía, James Jeffrey, declaró que la OTAN deberá tolerar las acciones de Erdogan mientras que no socaven los principios esenciales de la alianza.
"Turquía es una parte importante de la OTAN", dijo Jeffrey al subrayar que las relaciones del país y el bloque militar "siempre fueron un matrimonio de conveniencia".
Turquía vivió la noche del 15 de julio un fallido golpe militar que se saldó con más de 240 muertos y casi 2.200 heridos.
Miles de militares, policías, jueces, funcionarios y profesores fueron suspendidos, detenidos o están siendo investigados.
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Las autoridades turcas acusaron al predicador islámico Fethullah Gülen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento.
Gülen rechazó de plano la acusación de estar detrás de la asonada y propuso establecer una comisión internacional para investigarla.