El incidente se produjo durante un vuelo de entrenamiento rutinario. Tras practicar las maniobras planeadas con el piloto instructor, la aeronave procedió a aterrizar.
En este momento, se reveló que el mecanismo del chasis delantero no funcionaba. Aunque los Yak-130 gozan de los asientos eyectables más modernos, la tripulación decidió tratar de salvar el avión de una posible destrucción y aterrizar con tan solo el chasis trasero.
Tras quemar el combustible, los pilotos intentaron aterrizar en la pista, lográndolo con éxito con el mínimo daño estructural para la aeronave.
La comisión estatal investigará el incidente para determinar qué exactamente causó el fallo técnico. El avión será reparado y volverá al servicio. Los intrépidos pilotos, a su vez, serán decorados por su valentía en una situación de emergencia, según la cadena Zvezda.
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Además, puede portar varios tipos de armamento y desempeñar el papel de un caza ligero polivalente en un combate real.
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