Aparte de convertirse en heredero al trono de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán seguirá ejerciendo las funciones de ministro de Defensa, así como asumirá el cargo de vice primer ministro.
Isáev destaca que Salmán carece aún de experiencia, mientras que su personalidad ejemplifica los vicios de la joven élite saudí que, según su opinión, es ambiciosa y propensa a actuar dejándose llevar por las emociones.
"Vamos a tener relaciones con una persona muy ambiciosa a la que, si algo no le gusta, no le temblará el pulso a la hora de dar pasos drásticos, luego de los cuales será muy difícil seguir entablando relaciones bilaterales", reflejó el analista.
De acuerdo con el experto, en la situación actual —la derrota 'de facto' de Riad en Yemen y Siria, la crisis dentro del bloque saudí y los bajos precios del petróleo—, los saudíes no podrán permitirse un rey que se lance a la aventura. Esta actitud temeraria es la que le atribuyen ahora muchos árabes al príncipe heredero de Arabia Saudí.
Es posible que los saudíes sigan obstaculizando las acciones de Rusia en Siria. Además, es muy poco probable que el joven rey vaya a ser lo suficientemente pragmático como para tolerar la política de Moscú, que busca un equilibrio entre Arabia Saudí e Irán en Oriente Próximo.
A finales de mayo, Mohamed bin Salmán visitó la capital rusa, donde se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin. Las partes abordaron un amplio abanico de problemas en las relaciones bilaterales. En particular, Putin y Mohamed bin Salmán discutieron los precios del petróleo y la colaboración de Rusia con la OTAN árabe, una idea impulsada por Riad bajo el auspicio de EEUU.
Anteriormente, el título de heredero de Arabia Saudí pertenecía a Mohamed bin Naif.
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