Tras el final de la Guerra Fría, la mayor parte del armamento de Corea del Norte quedó obsoleta. Abandonada por la URRS –cuando esta dejó de existir en 1991– y China, Pyongyang tenía un arsenal de tanques, buques, aviones y piezas de artillería, atascado en los años 80 del siglo pasado, escribe el periodista Kyle Mizokami en su artículo para la revista estadounidense The National Interest.
Las joyas militares de Pyongyang
Una de las joyas en el arsenal de Pyongyang es el misil antibuque Kh-35, de producción soviética, conocido en Rusia como Uran. El Kh-35 tiene un alcance de 129 kilómetros mientras que su ojiva altamente explosiva pesa más de 145 kilogramos.
Este proyectil puede volar por encima de olas sin ser detectado durante un largo plazo. Guiado por un radar activo, el misil subsónico es comparable con el misil antibuque estadounidense Harpoon.
Otro ejemplo es el sistema de misiles tierra-aire de largo alcance Pongae-5 al que la inteligencia estadounidense bautizó como KN-06.
Finalmente, Mizokami señala el surgimiento del nuevo sistema de artillería denominado KN-09.
Este sistema consiste de 8 tubos lanzacohetes de 300 milímetros. La presencia de aletas en la nariz de estos cohetes sugiere que cada proyectil es guiado con precisión y utiliza los sistemas de localización global basadas en los satélites producidos por la empresa Glonass de Rusia o los que fueron fabricados por la compañía china Baidu.
Tres teorías
En cuanto al Uran y al Pongae-5, el país asiático podría haber obtenido dichos proyectiles gracias al espionaje. No es un secreto que los agentes norcoreanos mantuvieron contactos con científicos e ingenieros rusos tras el colapso de la URSS. Ellos pudieron haber pagado por sus conocimientos.
Otra posibilidad implica que el hallazgo de estas armas en el arsenal norcoreano sea el fruto de la transferencia indirecta de tecnología por terceras partes.
De acuerdo con el autor del artículo, el sistema de misiles Pongae-5 puede tener su origen en Siria, mientras que las lanzadoras de cohetes KN-09 pudieron haber sido creadas con base en los sistemas chinos suministrados a Pakistán.
La tercera y la última teoría admite que estas armas también pudieron haber sido suministradas por China o Rusia.
"Igual que otras teorías conspirativas es imposible de comprobar o refutar esta posibilidad. Ambos países dejaron de vender armas a Corea del Norte hace mucho tiempo", concluye.