Los misiles de alcance intermedio, con un rango de entre 650 y 700 kilómetros, fueron lanzados desde las bases aeroespaciales en las provincias de Kermanshah y Kurdistán, al oeste de Irán.
De acuerdo con el comunicado del IRGC, los proyectiles impactaron sobre los blancos "con letal precisión".
El 7 de junio, la capital iraní fue escenario de dos atentados, uno perpetrado contra la sede del Parlamento y otro contra el mausoleo del ayatolá Ruholá Jomeiní. Las acciones terroristas provocaron 18 muertos y 50 heridos.