Mediante un sistema que se basa en el uso de la flora intestinal, los científicos ya han determinado cuáles son las cepas de microorganismos que impiden la acumulación de las beta-amiloides, moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos y vinculadas con el desarrollo del alzheimer. Asimismo, han logrado desacelerar el crecimiento de tumores malignos también con el uso de bacterias.
"Somos cada vez más conscientes de que la interacción de nuestro organismo con millones de microbios influye en muchos procesos, como la actividad metabólica y el envejecimiento", expresó Meng Wang, una de las responsables del estudio.
"Introdujimos las bacterias en organismos primitivos y luego analizamos la duración de la vida de los gusanos. De unos 4.000 genes bacterianos que fueron sometidos a experimentos, la eliminación de 29 resultó tener un efecto positivo sobre la longevidad de los nematodos. Doce de estas mutaciones bacterianas también protegían a los gusanos del crecimiento tumoral y de la acumulación de beta-amiloide, estrechamente vinculada con la enfermedad de Alzheimer en humanos", agregó la científica.
Basándose en los resultados del estudio, los investigadores determinan que es posible crear medicamentos que contengan flora intestinal que frene el envejecimiento.