"Es hora de reconocer que el desafío planteado por Rusia debe llegar a ser una de las principales preocupaciones en el marco de la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos", enfatizó Adam Smith.
De acuerdo con el profesor de la Academia de Ciencias Militares y politólogo Serguéi Sudakov, entrevistado por Kots, EEUU no odia a Rusia tanto como se podría deducir de este enfoque. El problema es que una estrategia de este tipo trae muchísimo dinero a las empresas armamentísticas.
"Seamos honestos: Rusia por su propia existencia les permite a las corporaciones militares ganar miles de millones de dólares. El proyecto de ley de Adam Smith es ante todo una iniciativa de exmilitares retirados que trabajan en grandes grupos de presión ('lobbies')", expone el analista.
Por la misma razón, el Gobierno estadounidense y los medios de comunicación están discutiendo el tema de la potencial agresión de Rusia contra los estados del Báltico sin cesar. Los miembros europeos de la OTAN reciben la mayor parte de su armamento de EEUU: es un gigante mercado de venta.
No obstante, la adopción de una nueva estrategia de seguridad nacional no implicará ningún cambio importante en la práctica, según creen muchos expertos. Pero los gritos de "¡que vienen los rusos!" se oirán desde el otro lado del océano por un largo tiempo, mientras se pueda obtener beneficios de este modo, concluye Kots.