Según un nuevo estudio de la Universidad de Miami y el Instituto Noruego de Investigación Marina, estas pequeñas criaturas pueden detectar el campo magnético de la Tierra y utilizarlo como una brújula controlada por un reloj interno 'biológico' para orientarse hacia la costa.
Los experimentos de laboratorio han demostrado que, incluso cuando estos peces eran privados de todas las demás señales del medio ambiente y tenían que decidir adónde ir en las condiciones de un campo magnético artificialmente manipulado, solían orientarse al sur, la misma dirección en la que nadan durante la marea baja.
"El uso de una brújula magnética podría ser un componente clave subyacente a la migración increíble de estos animales", subraya el autor principal del estudio, Alessandro Cresci.
Sus colegas recuerdan que no solo la anguila utiliza este sexto sentido en sus viajes, sino también lo hacen las tortugas marinas, el salmón y las truchas. Incluso los humanos pueden aprovecharse de sus capacidades biológicas: únicamente tiene que entrenarlas, afirman los científicos.
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Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Science Advances.