No obstante, muchos medios de comunicación europeos relacionaron el viaje del canciller español, con los intentos de una parte de los países de la Unión Europea de activar progresivamente sus contactos con Rusia, afectados en 2014 por la reunificación de Crimea con Rusia, no reconocida por Bruselas, y por el presunto apoyo ruso a las milicias del Este de Ucrania.
Esto contrasta con la actitud de la anterior legislatura del Gobierno de España, también bajo mandato del actual presidente Mariano Rajoy, que junto a varios otros países de la UE, era partidaria de levantar al menos una parte de las sanciones, así como de buscar una solución realista al tema de Crimea.
Así, en 2015, el entonces canciller de España José Manuel García-Margallo, declaró en Moscú que una de las posibles soluciones al contencioso de Crimea podría estar en una demanda de Rusia ante el Tribunal de La Haya, para anular la cesión de la península a Ucrania en 1954. "Evidentemente, el Tribunal de la Haya tendría algo que decir sobre este caso", dijo entonces el diplomático.