Algunos sobresaltos políticos, como la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea o la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, han sacudido el mercado durante el año pasado. Paralelamente, en Europa persisten las tasas —tipos— de interés negativas y surgen señales de inflación, lo que aumenta el atractivo de almacenar la riqueza de forma tangible bajo siete llaves.
"La inflación es una preocupación clave para muchos de nuestros clientes. Lo que importa para un activo de refugio no es solo lo que usted compra, sino también dónde lo mantiene", explica a Bloomberg Ross Norman, director ejecutivo del distribuidor de lingotes Sharps Pixley, que opera una bóveda de oro a poca distancia del Palacio de Buckingham.
Los usuarios de la mayor plataforma online para el comercio de oro BullionVault.com añadieron a todos sus almacenes alrededor de tres toneladas del metal en los últimos 12 meses, con lo que llegaron a las casi 38 toneladas, cuyo valor conjunto ronda los 1.500 millones de dólares a precios actuales.
"Nuestros clientes buscan depositar su riqueza en alguna parte", expresó Tony Dobra, jefe de Baird & Co., la mayor refinadora de oro del Reino Unido. "[Nuestros clientes] comprenden las fluctuaciones en el precio del oro, pero esto no les molesta. Saben que el valor del metal nunca llega a cero".
La bóveda de esta empresa, que pronto se abrirá, tiene paredes de acero gruesas y sismómetros para detectar posibles excavaciones alrededor. Por razones de seguridad, se requiere más de una persona para abrir la puerta.