"Se requiere en primer término la transparencia, y no la vemos en la investigación que se está llevando a cabo bajo la dirección de Países Bajos", dijo Lavrov tras reunirse con el canciller de Eslovaquia.
El equipo internacional de investigación periodística Bellingcat había publicado información de que el sistema Buk que supuestamente habría derribado el avión malasio pertenece a una brigada rusa de fuerzas antiaéreas.
"No sé en que documentos concretos y en qué hechos se basan sus conclusiones. Lo que ha trascendido a la prensa no responde a esas preguntas", dijo Lavrov.
El 17 de julio de 2014, un Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines, que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania.
El grupo de investigación integrado por expertos de Australia, Bélgica, Holanda, Malasia y Ucrania concluyó en su informe del 28 de septiembre de 2016 que el avión fue derribado por un sistema de misiles tierra-aire Buk transportado desde Rusia a un área bajo control de las milicias de Donetsk.
Rusia calificó el informe de contradictorio y preconcebido, y afirmó que no hay pruebas concretas que confirmen la hipótesis de la comisión internacional.
El Ministerio de Exteriores de Rusia declaró que el grupo investigador hizo caso omiso de una importante información ofrecida por la parte rusa.
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El consorcio ruso Almaz-Antey, fabricante del sistema antiaéreo Buk, declaró tras haber realizado varios experimentos que el Boeing malasio recibió el impacto de un misil 9M38, disparado desde la localidad de Zaróschenskoye controlada por las fuerzas de Kiev. Holanda no solicitó a especialistas rusos asistencia con datos de radar sobre MH17.