El hombre, de 32 años, declaró que lo más importante para perder peso es controlar las calorías y gastar más de las que se consuman. En total, Howard-Crow ingería 2.000 calorías al día.
"Quería demostrar que, en una dieta, la clave para perder peso es gastar más calorías de las que entran en tu cuerpo, independientemente de que estas procedan de una pechuga de pollo a la plancha o de un helado", afirmó.
Una vez pasados los 100 días, este experto en nutrición compartió los resultados de su dieta con sus seguidores en Instagram. Sin embargo, no todo son buenas noticias. La dieta también le provocó algunos efectos secundarios negativos, como por ejemplo un descenso del colesterol, los triglicéridos y la testosterona. Además, en el ecuador del experimento, Howard-Crown comenzó a sentirse cansado y deprimido.
"Esta dieta fue, sin duda, la aventura más miserable que he emprendido", concluyó.