"Por su parte, Catar no emprenderá medidas que puedan provocar una escalada de la situación, pues considera que estos problemas deben resolverse en una mesa de negociaciones entre los Estados hermanos", dijo en una entrevista con el canal televisivo Al Jazeera.
El canciller catarí aseguró que Doha no quiere una escalada de tensiones a pesar de las severas medidas unilaterales, que a su juicio tuvieron una influencia negativa sobre los ciudadanos de los países del golfo Pérsico.
El 5 de junio Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar, tras acusar a Doha de apoyar el terrorismo.
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Catar lamentó este bloqueo diplomático calificándolo de "injustificado", y aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento.
Algunos medios occidentales reportaron que Kuwait podría ser mediador en la solución del conflicto diplomático.
El emir de Kuwait, el jeque Sabah al Ahmed al Sabah, instó al monarca catarí a abstenerse de medidas que pudiesen provocar una escalada de tensiones.