"Los háckers pueden estar en cualquier lugar. Pueden estar en Rusia, en Asia, incluso en América, en América Latina. Pueden ser, por cierto, háckers de EEUU que muy hábil y profesionalmente echaron la culpa a Rusia", señaló.
El mandatario agregó que considera posible ese escenario "como parte de una batalla política".
La CIA, el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU publicaron el pasado 6 de enero un informe en el que acusaron a Rusia de interferir en las elecciones estadounidenses, pero no presentaron ninguna prueba concreta.
El Gobierno de Rusia negó repetidamente esas acusaciones y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las calificó de "ridículas".
También el fundador del portal de filtraciones, Julian Assange, había desmentido en más de una ocasión los presuntos vínculos entre WikiLeaks y los servicios de inteligencia rusos.